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viernes, 26 de agosto de 2011

Falsa promesa del socialismo

Max Eatsman.
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FALSA PROMESA DEL SOCIALISMO
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Por Max Eatsman
Condensado de «Reflections on the Failure Socialism».
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Como exmilitante del socialismo revolucionario, Max Eastman habla con verdadero conocimiento de causa. Ha pasado años observando el socialismo en acción tanto en Europa como en América. Vivió en Rusia durante los primeros años de la revolución comunista. En el notable libro del cual se ha sacado este artículo demuestra que tanto el socialismo como el comunismo llevan al mismo fin inevitable: la dictadura. [Nota de la redacción de la revista].
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.. Casi todo el que se interese seriamente por la libertad, rechaza el comunismo; pero no son solamente los comunistas, sino también de modo más sutil los socialistas, quienes están lanzando al mundo libre por el camino que lleva a la dictadura.
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.. Muchos socialistas han abandonado la consigna del partido y adoptado el sistema de infiltrarse en otros partidos políticos. Estos socialistas burocráticos, como yo les llamo, creen que puede crearse una sociedad más libre, ordenada y próspera por medio de una organización estatal que se adueñe de todos los medios importantes de producción y rija la economía nacional de acuerdo con un plan.
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.. Esta teoría de que un plan ha de traer una era de justicia y felicidad generales es tentadora pero falsa.
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.. Una organización estatal que proyecte y rija los negocios de un país, necesita tener la autoridad de un director de empresa; esto es, la autoridad para decir a los que toman parte activa en el negocio a dónde tienen que ir y lo que tienen que hacer, así como para prescindir de los insubordinados, si lo hay. En otras palabras, ha de ser una organización estatal autoritaria. Tal vez no quiera serlo, pero, si no lo es, la economía se hundirá en el caos.
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.. Muchos hombres serenos y prudentes han previsto esta conclusión en los ciento y pico de años que han transcurrido desde que se planteó la idea de una economía socializada. Y la experiencia real de las economías regidas por el Estado, que han surgido una tras otra en las últimas décadas, debería bastar, en mi opinión, para inculcar en las cabezas de los más optimistas un hecho tan sencillo. Es un hecho que difícilmente puede pasar inadvertido para nadie que observe el funcionamiento de una gran fábrica, banco, almacén o empresa de cualquier índole donde trabajen muchas personas: tiene que haber un jefe y su autoridad tiene que ser reconocida o impuesta.
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.. Además, si el negocio es vasto y complejo, la autoridad del jefe tiene que ser continua. No es posible destituirlo de su cargo de cuando en cuando, arrumbar o destruir sus planes y  poner en su lugar a otro que tenga ideas diferentes sobre lo que haya que hacerse y cómo deba de hacerse. La mera idea de plan implica continuidad de dirección. Por eso mismo, la idea de que una elección periódica de jefe y personal directivo es compatible con una economía nacional planeada adolece de falta de lógica y de imaginación. Las elecciones falsificadas de los países totalitarios, las votaciones con un solo partido y una sola lista de candidatos, no son meras artimañas de un dictador cínico, sino que son intrínsecas de la economía estatal planeada. Todo régimen socialista cabal, tanto si lo implantan los bolcheviques como los socialistas o los comtemporizadores liberales, significará elecciones amañadas o inexistencia de elecciones.
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.. La humanidad está en posición de elegir entre dos sistemas económicos, solamente entre dos. Podemos escoger el sistema en el cual la cantidad y clase de artículos que se produzcan  estén determinadas esencialmente por el mecanismo impersonal del mercado, que emite decretos en forma de fluctuaciones de precios.  Y podemos escoger el sistema en el cual estén determinadas las órdenes emanadas de una autoridad personal apoyada por fuerzas armadas. Esta es la diferencia entre la economía del mercado y el colectivismo... entre la libertad y la tiranía.
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.. Cuando alguien compra algo en el mercado libre, está emitiendo su voto como ciudadano de la economía nacional. Está haciendo una elección que influye en los precios y, en consecuencia, participa en la decisión de lo que la economía ha de hacer o no hacer. Su elección puede resultar anulada por las de otros que compren más; esto es inevitable; pero, al dejar las grandes decisiones económicas en las manos de todos como consumidores, el mercado hace posible la libertad en la compleja sociedad industrial. Es lo único que la hace posible.
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.. No hay conflicto entre la libertad condicionada de este modo y la consideración humanitaria por parte del Estado a los que fracasan completamente en la lucha de la competencia. No es necesario que nadie pase hambre; no es necesario que nadie quede desamparado para mantener la soberanía del mercado. El principio de la responsabilidad colectiva para con los realmente necesitados, puede subsistir sin violar el principio de la competencia; pero no tenemos para qué engañarnos con la idea de que la libertad es compatible en la sociedad humana con la igualdad económica.
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.. Estoy seguro de que la mayoría de los simpatizantes del socialismo no se dan cuenta de esto. Ansiosos de hacer bien y obsesionados por el supuesto poder del Estado para hacerlo, están destruyendo en nombre del bienestar social los cimientos mismos de la libertad.
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.. El gran error del socialismo fue creer que podía llegarse a la paz fraternal por el acomodo de todos los intereses en pugna, de todas las luchas de casta y de clase. Eso podría ocurrir en el cielo, pero en la tierra los hombres se dividirán siempre en grupos con intereses antagónicos. La tarea que tenemos que realizar no es suprimir estas agrupaciones ni tratar de reconciliarlas, sino mantenerlas en estado de equilibrio, sin permitir que ninguna prepondere sobre las demás. Nuestro primer propósito debe ser el de asegurarnos que ningún grupo ni el proletariado, ni los capitalistas, ni los terratenientes, ni los banqueros, ni el ejército, ni la iglesia, ni el mismo gobierno tenga poder exclusivo. Nuestras libertades dependen del éxito de este esfuerzo. Solamente cuando cada agrupación poderosa pueda competir libremente con las otras, puede la sociedad, en conjunto, ser libre. La libertad es el circo donde luchan las diversas fuerzas sociales.
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.. Los últimos noventa años de la historia de los Estados Unidos ofrecen excelente ejemplo de cómo el desarrollo de los acontecimientos requiere flexibilidad en quienes luchan por la libertad. Durante veinte de esos años se luchó contra el «capitalismo», contra «Wall Street», contra los «grandes negocios». Aquel enemigo quedó derrotado y se ganó la batalla. Hacia 1930 el Gobierno de los Estados Unidos empezó a dictar su voluntad a financieros y capitanes de industria, en vez de preguntarles lo que había que hacer.
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.. Pero los socialistas burocráticos de hoy, en vez de ver y determinar la nueva amenaza de superpoder, que se halla ahora en Washington y no en Wall Street, siguen combatiendo al enemigo derrotado y robusteciendo al poder victorioso. El objetivo, repito, es impedir el dominio de la sociedad por ningún grupo.
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.. Ya es más que hora de que reconozcamos francamente que el socialismo fue un error. Una hipótesis que resultó equivocada (digo yo en aras de mi amor propio). Pero llamémosle como queramos, desembaracemos de él nuestro pensamiento. Tenemos que discurrir la manera de consagrarnos a un porvenir mejor para la humanidad: un porvenir en que haya más libertad y menos tiranía.♦
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Véase también "Estuve en una escuela de terrorismo en Cuba", «La primera democracia víctima del comunismo», «Comunistas: cómo causan disturbios; o la técnica roja del motín», y «¿A quién aprovecha la ganancia del capital?». Búsquense en el índice (columna derecha).
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.. Los embajadores tienen que asistir a todas las recepciones y el torbellino social es una de las tareas más pesadas. Antes de que el apreciado embajador francés Henri Bonnet se retirara a vivir tranquilamente en París, un nuevo enviado que acababa de llegar fue a visitarlo para pedirle consejo sobre las quisicosas de la vida de Washington.
.. —La cosa más importante —le dijo Bonnet— es aprender la técnica necesaria para asistir a ese fenómeno de Washington: el cóctel en masa. Entre usted y pase por la línea de recibo. Al mismo tiempo fíjese bien dónde hay una puerta lateral al fondo. Acepte la primera bebida que le ofrezcan: whisky, martini, zumo de tomate, cualquier cosa. Beba un sorbo, deposite su copa en la maceta de flores que le quede más a mano y escápese.
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Caricaturas
.. El marido a la mujer en un viaje de automóvil: «¿Quieres fastidiarme un poquito? Estoy empezando a dormirme».—B. Y.
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.. Una mujer de armas tomar (separada de su marido) a su abogado: «Y advierta a mi marido que si deja de pagarme la pensión convenida un solo mes, volveré a tomar posesión de él».—G. L.
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.. El paciente (impaciente) al médico: «¡Sí; lo sé, doctor! Claro que el aguardiente no me cura el catarro... pero los médicos tampoco».
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La mujer, al marido: «Claro que gasto más de lo que tú ganas, querido... ¿pues no había de tener confianza en ti?»—D. T.
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.. Un invitado a otro en un cóctel literario: «La película que acaban de hacer de su libro, le ha dado una idea para una nueva novela».—T. S. R.
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.. El subastador: «¡Vendido! ... a la señora a quien su marido le está tapando la boca».
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.. Locutor de radio: «Ahora, estimados oyentes, las noticias de lo que sucedió mientras se estaban transmitiendo los anuncios».
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.. La jovencita a su amiga: «Quiero a don N. por lo que es... Es vicepresidente de una compañía de acero».—Kate Ossan en The Saturday Evening Post.
.. «Selecciones» del Reader’s Digest, tomo XXXI, núm. 182. (Artículo, anécdota y caricaturas).

martes, 23 de agosto de 2011

El miedo o El espectro del umbral

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El miedo
o
El espectro del umbral
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por William W. Atkinson
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.. Muchos de vosotros habréis leído la novela ocultista de Edward Bulwer Lytton titulada “Zanoni”, y recordaréis al “espectro del umbral”, aquel monstruo aterrante que hacía frente al neófito Glyndon, en la cámara secreta del maestro Mejnour, y del cual Lytton nos dice lo siguiente: «Entre los guardianes del umbral hay uno que soprepasa en odio y malignidad a toda su tribu y que tiene unos ojos que han paralizado aun a los más valientes, incrementando su poder sobre el espíritu, en proporción precisa al terror sentido por éste».
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.. En otro capítulo, Glyndon trata de penetrar los misterios de la cámara secreta y encuentra al horrendo guardián del portal a quien nos describe así: «... la puerta se obscureció con un objeto indistinguible a primera vista, pero que bastó para cambiar misteriosamente en horror indecible el goce que había experimentado antes. Este objeto se diseñó por grados ante su vista. Era una cabeza humana, cubierta con un velo obscuro, por entre el cual relumbraban con brillo infernal unos ojos de fuego que helaban hasta la médula de sus huesos. No se distinguía nada de su rostro, sino esos demoníacos ojos intolerables... Parecía arrastrarse como un enorme reptil deforme, y poniéndose en pie al fin cubrió la mesa que contenía el volumen místico, fijando otra vez sus ojos por entre el denso velo sobre el temerario indagador... Sujetándose éste en estado casi agónico contra la muralla, con los pelos de punta y los ojos desencajados, contempló aun la visión aterradora. Ella habló, y él comprendió sus palabras más bien con el alma que con los oídos. Las palabras fueron éstas: “Has entrado a la región sin límites. Yo soy el Espectro del Umbral”, etc.»
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.. Aquellas personas familiarizadas con los símbolos y las figuras del ocultismo, reconocen en el “espectro del umbral” de Lytton, que el enemigo del progreso del hombre, aquella figura aterrante que está siempre ante las puertas de la libertad, es el miedo. El miedo es el primer y gran enemigo que debe vencer la persona que desea salir de la esclavitud y obtener la libertad. La puerta de la libertad está siempre a la vista, pero el que desea obtenerla, da unos cuantos pasos hacia ella y se amedrenta a la vista del maligno Espectro del umbral, que es el temor. Lytton nos lo ha retratado en su más horripilante forma, porque la palabra no puede describir todo el horror de este monstruo.
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.. El miedo se sitúa siempre en el camino de todo progreso, de todo avance. Es necesario vencerlo. Él es la base de todo fracaso humano; de todas sus penas y de las llamadas “fatalidades”. El miedo de las razas las mantiene cautivas y el miedo individual hace del hombre un esclavo. Sólo cuando el miedo fuere vencido podrán avanzar realmente los individuos y los pueblos. Este enemigo debe ser doblegado para podernos libertar y ello puede hacerlo toda persona que lo encare con calma y energía. Mira al miedo rectamente a los ojos y éstos se bajarán y retractarán ante ti. Afirma el “yo soy” y sabe con toda la energía de tu alma que nadie en el mundo puede injuriar tu Yo verdadero, y el miedo huirá temiendo que tú le doblegues y encadenes, puesto que conoce el poder del Yo consciente. Cuando un hombre permite que el temor entre en su corazón, él atrae hacia sí a todo aquello que teme. El miedo es un imán poderoso que ejerce una atracción irresistible. Además de esto, paraliza las fuerzas y las energías del hombre, impidiéndole hacer lo que le habría resultado fácil de haber estado libre de dicho monstruo.
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.. El hombre obtiene éxitos en proporción al miedo que sea capaz de desafiar. Mostradme un hombre de éxito y yo a mi vez os probaré que aquel hombre ha desafiado y vuelto la espalda al temor.
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.. Toma de ejemplo tu propia vida. ¡Cuántas veces se te habrán ofrecido oportunidades que no has sabido aprovechar, sencillamente porque has temido! Has tenido casi cerca el éxito completo, y en el último momento, cuando el premio estaba tal vez a la vista, has escondido la mano y retrocedido. ¿Por qué? Sencillamente porque el miedo ha entrado en tu corazón y te ha hecho perder la presencia de ánimo. Cuando el microbio del miedo entra al organismo, el cuerpo entero se paraliza.
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.. El miedo es el padre de todo el enjambre de pensamientos negativos que hace permanecer esclava a la humanidad. De su seno nacen la ansiedad, los celos, el odio, malicia, envidia, falta de caridad, intolerancia, condenación, rabia, fanatismo, y un sinnúmero más de defectos pertenecientes a su misma ralea detestable. Tú dudas de esto, pero veamos. Nunca sientes ansiedad por algo, sino cuando le temes; los celos son consecuencia del miedo; el odio está siempre unido al miedo y de él emana. No puedes odiar una cosa que es impotente para herirte. La envidia tiene también allí su origen. El fanatismo, la intolerancia, la vituperación, etc., nacen todos del miedo. La persecución comienza solo cuando se teme al objeto, y un análisis prolijo te demostrará que la rabia tiene su origen en un vago sentimiento de temor a la cosa que la origina. Lo que no se teme, provoca diversión y risa antes que rabia. Analiza íntimamente lo dicho y hallarás que todos estos pensamientos negativos y malsanos tienen una semejanza muy cercana de familia con su padre el miedo, y si te pones en trabajo activo para abolirlo con voluntad, toda su legión de hijos morirá por falta de nutrición.
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.. El miedo ha hipnotizado a las razas humanas durante siglos, y sus efectos han sido tan notables antes igual que ahora. Nosotros nos hemos amamantado con temor en el regazo materno. Aún antes de nacer hemos tenido ya esta maldición sobre nosotros. Ha sido la sugestión continua de nuestra niñez y los infinitos “peros”, “¿no teme usted?”, “qué dirán” y demás frases de temor, han sido nuestros compañeros constantes. ¡Hemos sido enseñados a temer a todo cuanto existe en el universo, sea ello cielo, tierra, río o mar! Los cocos de la niñez y los temores de los hombres son de la misma especie. Se nos ha dicho que los duendes nos cazarán si no hacemos tal o cual cosa. Hacia donde miremos veremos la sugestión del miedo que nos está nutriendo continuamente y toda persona que conozca el poder de la sugestión repetida, podrá comprender el significado inmenso que ella envuelve para la humanidad. Los valientes soldados del Nuevo Pensamiento, la gente que no teme, y todos los pensadores optimistas, hacen cuento pueden para difundir este hilo de agua cristalina de vida, en medio del agua cenagosa y estancada de pesimismo que el mundo se ha empeñado en acumular, y son muchos ya los que se adhieren al delgado hilo; pero aún el charco es enorme. El miedo no ayudará nunca a hacer nada bueno; es un pensamiento negativo que ha ido arrastrando su forma viscosa durante siglos, tratando de engullirse todo aquello que prometía algún bien a la humanidad. El miedo es el mayor enemigo del progreso, y el enemigo jurado de la libertad. El grito “¡Tengo miedo!” se ha oído siempre y solo cuando un hombre o mujer o un grupo de ambos se han atrevido a burlarse de él en su cara, se ha hecho un descubrimiento audaz que ha traído como consecuencia un paso de progreso en la marcha de la humanidad. Dejad que alguien quiera inculcar una idea o teoría nueva en beneficio del mundo para adelantar en cualquier plan razonable; que quiera enseñar la verdad en una forma nueva que salga del camino trillado, y le veréis ensordecido por gritos de protesta, disgusto y adversión, cachorros todos hijos del miedo, que despiertan un eco formidable de gruñidos en toda la jauría de tímidos a su alcance. ¡El miedo es la maldición de la raza!
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.. El sér que se deja dominar por el temor es un verdadero esclavo, y ha de recordarse que jamás ha existido un amo más cruel. Según sea la proporción de temor que embargue al individuo, así será la altura de lodo que impida su marcha hacia el éxito, y la parte más triste y al mismo tiempo cómica del asunto, es que en todo momento tiene el hombre el poder suficiente para reaccionar y librarse de este amo comedido, dándole un revés en pleno rostro que le haga huir despavoridamente.
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.. El hombre es lo mismo que un elefante muy joven que aún no ha reconocido su fuerza. Cuando comprende lo que es, cuál es su sitio en el universo y llega a la convicción de que nada puede herirle, desaparece el temor y se divorcia de él para siempre. Antes de que llegue a este grado, el miedo irá perdiendo su influencia, en relación con el reconocimiento del individuo con la verdad anteriormente mencionada.
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.. No sólo en el caso de avance mental o espiritual debe el hombre desterrar el temor, sino en el avance de la vida diaria. Cuando el hombre comprenda que el miedo es una especie de fuego fatuo, o espantapájaros de fabricación casera, en lugar el monstruo fiero imaginario que coartaba sus energías, andará rectamente hacia él y lo arrancará del poste donde había sido colocado para asustarle. Verá que las cosas que ocurren, nunca son tan malas como las que se temen; que el miedo es una cosa peor que la cosa por la cual se temía; que así como la anticipación de algo deseado es mayor que la realidad, así también la anticipación de una cosa temida es peor que la realidad de ella; que la mayoría de las cosas temidas no llegan a suceder, y, en fin, que si ellas vienen, los acontecimientos se rodearán de modo que el hecho pueda soportarse mejor que como se temía. Dios no solo templa el viento para la oveja esquilada, sino que templa a la oveja esquilada para el viento.
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.. También se convence el hombre de que el temor hacia alguna cosa le hace atraerla, mientras que una actitud mental confiada, disipa al fin las dificultades. Job decía: «Todo aquello que temo viene hacia mí».
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.. Alguien ha dicho y yo lo repetía siempre: «No hay nada de qué temer sino al mismo miedo»; pues bien; hoy voy aun más lejos y digo: no hay razón para temer ni aun al miedo, porque a pesar de su apariencia externa aterradora, su construcción es muy endeble. Es solo hojalata que asemeja hierro, y unos cuantos remezones lo abollarán completamente. Es un fraude; un perro amarillo que imita al león; mírale de frente, ríete de él en su propio rostro y no te dejes intimidar por su forma engañosa, pues él se bamboleará si lo manejas con coraje y confianza. Todos los pensamientos negativos son alfeñiques comparados con los pensamientos contrarios positivos. ¿Quieres saber cómo librarte del miedo? Escucha: no hagas caso de su presencia y mantén ante ti y contigo siempre ideales de valor y confianza. Confianza en el gran plan del cual eres una parte. Confianza en tu fuerza como una parte del Todo. Confianza en el trabajo de la Ley y en tu habilidad para trabajar de acuerdo con ella. Confianza en tu destino. Confianza en tu reconocimiento en la Realidad del Todo y la ilusión de la separación. Valor y confianza nacida del reconocimiento de la Ley de Atracción y del poder de la fuerza del Pensamiento. Valor y confianza, en fin, en tu conocimiento de que siempre los pensamientos positivos y vencen y dominan a los negativos.
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.. Muchos dicen frecuentemente que los principios del Nuevo Pensamiento no están a su alcance, que no pueden comprenderlos y que necesitan algo que sea práctico para el uso de la vida diaria. Pues bien; he aquí ese algo para dichas personas: la teoría de abolir el miedo hará de ellas gente nueva, dándoles una paz mental de la cual jamás han tenido antes la menor idea. Les hará gozar de dulce sueño después de las horas de labor; de una mente tranquila en las horas de trabajo, y como su marcha será más equilibrada y rítmica, evitarán con ello la fricción, y la confianza les hará estimar casa cosa en su justo valor. A medida que esto ocurra, se irán haciendo hombres mejores y se prepararán para la comprensión de verdades cada vez más elevadas.
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.. Tú, estudiante, que estás en el portal de la «Cámara secreta», deseando penetrar en ella con el fin de obtener la sabiduría, la libertad y el poder, no desmayes a la vista del «Espectro del Umbral». Él está allí únicamente de ocasión; ríete de él en su rostro; mírale en los ojos y te convencerás de que es una verdadera patraña. Hazlo a un lado y entra directamente al templo de la sabiduría. Después de éste hay otros aun que también pasarás a su turno. Deja el espectro imaginario para los tímidos mortales que tienen miedo a las ánimas. Un corazón débil jamás ha conquistado a una mujer hermosa ni nada digno en este mundo. La suerte con todos sus bienes es el patrimonio de los valientes. Haz a un lado tu grito de “no puedo” o tu ridículo “tengo miedo”, y dí, en cambio, con firmeza: “¡Yo quiero y yo puedo!”, entrando de lleno al campo de la verdad. El espectro del umbral desaparecerá de tu camino, puesto que solo ha existido en tu mente.
.. «La Ley del Nuevo Pensamiento».
.. Véase también: 
La Ley de atracción.
Los pensamientos son cosas.

viernes, 19 de agosto de 2011

Anécdota de un médico y un charlatán.

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Anécdota de un médico y un charlatán
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.. Un célebre médico holandés, el doctor Vanslebten, que hacía algunos años que estaba en Londres, pasando por una plaza se paró a mirar un charlatán que, en un soberbio carruaje de cuatro caballos y con varios criados magníficamente ataviados, atraían a una multitud inmensa y hacían distribución enorme de sus drogas. Averiguó dónde vivía y le mandó un recado suplicándole que fuera a su casa al día siguiente. El charlatán fue puntual.
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.. Caballero le dijo el doctor, le oí a usted anunciar ayer públicamente que tenía remedios eficaces para toda clase de enfermedades. ¿Tiene usted alguno para la curiosidad? Ayer le miré a usted atentamente y creí haberle visto en otra ocasión; mas no puedo recordar dónde.
.. Me será fácil satisfacer a usted. He servido muchos años en casa de Lady Waller, a quien usted con frecuencia visitaba. Yo era su primer lacayo y usted me vio infinitas veces en su antesala. Salí de allí hace tres años para ejercer el oficio a que, como usted ve, me he dedicado.
.. Cada vez excita usted más mi curiosidad. ¿Cómo es posible que talentos adquiridos en tres años le hayan procurado a usted los medios de sostener la posición brillante en que parece hallarse, mientras que yo, ejerciendo la profesión durante cuarenta años con la mayor aplicación, y aun me atrevo a decir que con alguna celebridad, apenas puedo sostener mi modesta posición?
.. Caballero, para que pueda yo responder directamente a su pregunta, ¿me permitirá usted que le haga antes otras dos?
.. Con mucho gusto.
.. Usted vive en una de las calles más frecuentadas de Londres. ¿Cuántas personas que cree que pasen diariamente por ella?
.. Difícil será decirlo; pero por un cálculo aproximado, tal vez sean unas 10.000 personas.
.. Acepto este cálculo como un dato positivo. ¿Y de esas diez mil personas, ¿cuántas cree usted que habrá de talento, o muy inteligentes?
.. Habrá cien, todo lo más.
.. Pues bien, doctor; acaba usted de contestar a su propia pregunta. Las cien personas muy inteligentes constituyen su clientela de usted, y las otras nueve mil novecientas, la mía.
.. «La abeja médica», tomo IV.
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.. Una turista viajaba en un automóvil guiado por un joven balinés. Al llegar a uno de los estrechos puentes típicos de Bali, el coche tuvo que acortar la marcha porque la vía estaba congestionada por una manada de patos que avanzaban en la misma dirección.
.. ¿Por qué no tocas el claxon? exclamó impaciente la señora.
.. Porque los patos ya van lo más aprisa que pueden, señora repuso el conductor.
.. James Riddell en Flight of Fancy.
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.. La línea del partido.Cierto personaje húngaro que visitaba Nueva York, se negaba a comentar la dominación de su país por Moscú, pero finalmente dijo: “Hungría tiene el gobierno más escrupuloso de todos: jamás intervenimos en los asuntos internos de ninguna nación... ni siquiera de la nuestra”.
.. Leonard Lyons.
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.. La plegaria de un viejo montañés, que bien podría aplicarse a todos nosotros, ya seamos oriundos de las llanuras o de las cumbres, decía así: “Dios mío, no te pido una fe que mueva aquella montaña; para hacer eso, en el momento en que fuere necesario, me bastará tener suficiente dinamita. Solo te pido una fe que me mueva a mí”.
.. N. A.

jueves, 11 de agosto de 2011

Caza y secuestro de Adolf Eichmann.

Palabras clave: secuestro de Adolf Eichmann, secuestro de Eichmann, caza y secuestro de Adolf Eichmann, caza de Eichmann, captura de Eichmann, cazadores de nazis, servicio secreto israelí, Bela von Block, Sandor Fekete, Argentina.
Caza y secuestro de 
Adolph Eichmann
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Relato auténtico de uno de los más sensacionales secuestros de la historia.
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Por Bela von Block
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.. EL desvalido individuo de orejas prominentes y avanzada calvicie, descendió del autobús y echó a andar por una calle poco iluminada de Buenos Aires. Exteriormente parecía tan despreocupado como cualquier otro obrero al final de una larga jornada, mas en realidad estaba alerta, como lo había estado noche y día durante más de quince años.
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.. No veía nada que le diera motivo de alarma. Hacia la mitad de la manzana un vagabundo estaba sentado en un cajón. Quince metros más allá cuchicheaban dos comadres. Un poco más lejos, dos obreros se habían detenido a encender sus cigarrillos. En esto, entró en la calle un automóvil obscuro. Al verlo acercarse, el hombre de orejas prominentes se dirigió instintivamente hacia la casa a su izquierda. El coche frenó bruscamente, sus puertas se abrieron y cuatro hombres saltaron al pavimento. El sujeto intentó huir, pero fue inútil; estaba acorralado.
.. Guten Abend, Herr Obersturmbannführer!
.. Al oír el sarcástico saludo el interpelado abrió la boca, pero un violento golpe en la cabeza le  impidió proferir el grito. Se desplomó como un fardo y unas manos vigorosas arrojaron su cuerpo inerte al interior del coche. Los cuatro desconocidos subieron al vehículo, el conductor hizo un par de guiños con las luces, y el automóvil se alejó tan prestamente como había llegado. Así terminó la gran cacería humana. Adolf Eichmann, el hombre que había alardeado frecuentemente de ser «el verdugo de judíos número uno del mundo», había caído prisionero de la gente que más aborrecía, la gente que le había seguido implacablemente el rastro durante quince años.

Adolfo Eichmann cuando era teniente coronel de la SS.
.. En la segunda guerra mundial, el teniente coronel Adolf Eichmann de la SS, era jefe de la sección encargada de procurar la «solución final» de lo que los nazis llamaban «el problema judío». Era Eichmann quien tenía a su cargo los campos de muerte, las cámaras de gas, los crematorios, y quien decretaba deportaciones y ejecuciones en masa. Por orden suya se había dado muerte a unos seis millones de hombres, mujeres y niños. «¡Cuando termine mi misión no habrá más judíos en Europa!», había prometido en 1942 al jefe de la SS Heinrich Himmler.
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.. En mayo de 1945 las tropas estadounidenses habían capturado a Eichmann, pero ignoraban la identidad de su prisionero, que vestía un desharrapado y sucio uniforme de un cabo de la Luftwaffe, cuyos documentos de identificación también usaba. Para las tropas estadounidenses no era más que otro alemán destinado a un campamento de prisioneros de guerra. Eichmann no tardó en fugarse de la empalizada, y desaparecer.
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.. Después de la victoria, el nombre de Eichmann figuró casi a la cabeza de las listas de los criminales de guerra más buscados. Gran Bretaña, Francia, Estados Unidos y gran número de los otros países que habían luchado contra los nazis o padecido su dominación, emprendieron una gigantesca búsqueda para hallarle; pero, con el tiempo mermaron los esfuerzos, y casi toda la gente se olvidó de Adolfo Eichmann. No obstante, había algunos que le recordaban.
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.. Ya en junio de 1945, los refugiados judíos, particularmente los que habían ido a Palestina, tomaron medidas para asegurar de que no se interrumpieran las pesquisas en busca del criminal de guerra. Varios agentes, algunos de ellos miembros del servicio secreto de Israel, escudriñaron minuciosamente ambos hemisferios. Finalmente, sus actividades fueron coordinadas por una oficina central de Tel Aviv.
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.. Había algunas pistas. Adolfo Eichmann se había criado en Linz (Austria), donde vivían su esposa y sus hijos. Se envió a Linz un agente que compró una tiendecita situada cerca de la casa ocupada por la esposa del fugitivo. Allí debía mantener el agente-tendero una vigilancia constante. Todavía después de marcharse la señora Eichmann de Linz, el agente permaneció allí con la precaria esperanza de que el perseguido regresase a su ciudad natal.
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.. En diversas ocasiones recibieron avisos de que Eichmann estaba en Alemania occidental, Siria, Egipto, Turquía, España... Cada una de esas veces se siguió la pista, y en todas ellas fracasaron los sabuesos. En 1957, un agente descubrió a Eichmann en Buenos Aires, pero fue tan torpe que perdió su rastro. Y, a pesar de haber acudido allí a toda prisa más de veinte agentes adicionales que buscaron palmo a palmo por toda la ciudad durante tres meses, no volvieron a encontrar huella alguna.
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.. Después, en 1958, el gobierno de Alemania occidental estableció en Ludwigsburgo la Oficina Central de Causas por crímenes de guerra nacional-socialistas. Esta dependencia, dirigida por el Dr. Erwin Schüle como magistrado-jefe, auxiliado por otros ocho jueces alemanes occidentales, fue creada para compilar pruebas y preparar las causas contra todos los exnazis acusados de crímenes de guerra que no habían sido juzgados aún. Alemania occidental notificó a las autoridades israelíes que la oficina central cambiaría con ellas información sobre los criminales de guerra nazis.
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.. En 1959 se envió a Ludwigsburgo un selecto grupo de expertos agentes israelíes del servicio secreto, varios de los cuales eran originarios de Hungría. Esto era explicable, pues fue en Hungría donde Eichmann perpetró algunas de sus más horrendas atrocidades, enviando a las cámaras de gas y los crematorios a unos 450.000 húngaros de ascendencia judía. Uno de los agentes húngaros que fueron a Ludwigsburgo usaba el seudónimo de “Sandor Fekete”; sus padres, hermanos y hermanas habían sido muertos, y él había jurado vengar sus muertes y entregar a Adolfo Eichmann a la justicia. Durante varios años formó parte de un grupo que trabajaba en el caso.
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.. Estando en Alemania occidental, los israelíes se enteraron de fuente fidedigna, que Eichmann residía, efectivamente, en Buenos Aires. Consideraron esta indicación suficiente para justificar pesquisas en gran escala. Sandor Fekete y otro húngaro de ascendencia judía de 55 años de edad, cuyo seudónimo era “Lajos Molnar”, marcharon a Buenos Aires con otros cuatro hombres y una muchacha. Viajaron por separado, como turistas y hombres de negocios. Molnar había de ser particularmente útil, pues había visto varias veces a Eichmann en Budapest en 1944. Ni Fekete ni Molnar tenían rasgos judíos que pudiesen delatarlos, pues sus órdenes consistían en hacerse pasar por impenitentes nazis húngaros que habían huído antes de la llegada del ejército ruso, y ganar así acceso a las populosas colonias de nazis exiliados por propia voluntad, muchos de ellos criminales de guerra, que habían buscado refugio en la Argentina durante el régimen de Juan Perón.
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.. En Buenos Aires, Fekete y Molnar pronto establecieron contacto con los elementos nazis y gradualmente fueron aceptados por varios grupos; pero, aunque los expratriados hablaban sin ambages de sus propias hazañas durante la guerra, no hacían nunca ni la más pasajera mención de Eichmann.
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  Transcurrieron muchos meses, hasta que un día de enero de 1960, en una tertulia donde se bebió más de la cuenta, Molnar oyó una sola frase que le dio la primera clave precisa: «¡Pobre Eichmann! Haciendo piezas de automóviles, después de haber sido uno de los hombres más poderosos del Reich!»
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.. Inmediatamente, los agentes concentraron la busca en las fábricas de automóviles, atisbando la entrada y salida de los trabajadores. Un día vieron salir de la Mercedez-Benz de Buenos Aires a un hombre alto y enteco, de cara enjuta y orejas prominentes. Lo siguieron hasta un autobús que le condujo a otro sector de la ciudad. El agente no se arriesgó a ir más lejos. Aquello era suficiente por el momento; podría recobrar el rastro al día siguiente.
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.. Notificadas las autoridades israelíes por cablegrama cifrado, Fekete y sus compañeros recibieron aviso de que salían “refuerzos” para Buenos Aires: cerca de una veintena de agentes y “comandos”.
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.. Pero todavía quedaba mucho por hacer. Había que confirmar sin género alguno de duda la identidad de Eichmann. Seguido el sospechoso hasta su casa, una investigación cautelosa reveló que vivía bajo el nombre de “Ricardo Clement”. Al enseñarle a los vecinos unas fotografías de la esposa del fugitivo, tomadas en Austria, estos contestaron:
..Sí; la conocemos. Es la señora Clement.
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.. Mediante un soborno de gran cuantía y la promesa de una recompensa aun mayor se obtuvo la confirmación definitiva, dada por un sujeto que había tenido un gran puesto en la policía durante el régimen de Perón. «Clement es Eichmann», les dijo.
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.. En Israel se originó entonces un acalorado debate entre los jefes del gobierno, el servicio secreto y el ejército. Algunos opinaban que Eichmann debía ser asesinado sin más trámites. No obstante, la mayoría decidió que se le debía llevar a Israel, donde se le sometería a un juicio con todos los requisitos legales. Se daban cuenta, sin embargo, de que la captura y el traslado de Eichmann a Israel no podría realizarse legalmente, pues no existía entre los gobiernos de la Argentina e Israel un acuerdo para la extradición de criminales de guerra que vivieran en aquella nación. Había que secuestrarlo y sacarlo del país clandestinamente; pero ¿cómo hacerlo?
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.. Los propios argentinos proporcionaron sin darse cuenta la solución del problema. Para atraer turistas a las festividades del sesquicentenario de la Independencia, que se celebraría en mayo, el gobierno argentino resolvió dispensar de la mayoría de los requisitos de aduanas e inmigración a todos los aviones que aterrizasen en el país durante las fiestas. Gracias a esto, si secuestraban a Eichmann y lo ocultaban en un lugar secreto, podrían luego embarcarse en un avión comercial de Israel. Para dirigir toda la operación se envió a Buenos Aires un intrépido y aguerrido oficial de “comandos”.
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.. Ricardo Clement-Adolfo Eichmann había tenido la debilidad de dejarse dominar por el hábito. Tomaba siempre el mismo autobús, del que descendía en la misma esquina. Desde la parada del autobús hasta su casa recorría siempre el mismo trayecto, solo.
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.. Sandor Fekete y tres de los mejores “comandos” israelíes fueron designados para formar el pelotón encargado de efectuar el secuestro. Les auxiliarían varios miembros del grupo, como vigilantes y guardias. Otros llevarían automóviles adicionales por si se inutilizaba el que conduciría al nazi, o para interceptar el tráfico en caso de persecución. Y algunos más prepararían el escondrijo  (una granja a varios kilómetros de Buenos Aires) donde se recluiría a Eichmann hasta que llegase el momento de ponerlo a bordo del avión para transportarlo a Israel.
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.. Se dispuso dar el golpe el miércoles 11 de mayo de 1960. El avión no llegaría a Israel hasta unos días después, pero los “comandos” consideraron necesario obrar sin más demora.
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.. Los israelíes tuvieron suerte. El 11 de mayo resultó un día desapacible y lluvioso. En las calles habría menos gente que de ordinario.
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.. A última hora de la tarde dejó de llover. Todo estaba listo. Finalmente cesó el trabajo en la fábrica Mercedez-Benz, y los obreros empezaron a desfilar por la puerta. Uno de ellos era Eichmann, alias Ricardo Clement. Ocupó su lugar en la fila que aguardaba el autobús y subió cuando le llegó el turno.
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.. Detrás de él subió un agente israelí con traje común de faena. Una linda mujer de cutis aceitunado, que parecía esperar a su marido a la salida del trabajo, se dirigió al teléfono público más próximo.
.. Ya va en el autobús dijo, y colgó en seguida.
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.. Dos automóviles siguieron el autobús a prudente distancia, sin perderlo de vista un instante. Todo estaba perfectamente coordinado. Ricardo Clement bajó del vehículo y echó a andar hacia su casa. Entonces un automóvil dobló la esquina de la calle por donde él iba y se detuvo a su lado. Los “comandos” salieron de un salto y cercaron a su presa. Uno de ellos descargó con gran fuerza una cachiporra sobre el cráneo de Eichmann. Cuando este recobró el conocimiento, ya estaba en la casa de campo, rodeado de más de una docena de agentes israelíes.
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.. El aspecto físico de Eichmann había cambiado algo, pero el nazi seguía siendo el mismo cobarde de siempre.
.. ¡No me maten! ¡Por favor, no me maten! imploró.
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.. Los israelíes no tenían intención alguna de hacerlo; pero no se lo dijeron. En aquel momento Sandor Fekete tuvo una inspiración.
.. Tiene usted una posibilidad de salvar la vida le dijo. Firme una carta declarando que va con nosotros voluntariamente, por su libre determinación, y le conduciremos a Israel para juzgarle por crímenes de guerra...

En Buenos Aires, durante el cautiverio, en mayo de 1960.
.. Eichmann escribió la carta. En los días siguientes ofreció escribir más cartas y facilitar información sobre otros criminales de guerra fugitivos. Ofreció traicionar a sus antiguos camaradas, a sus amigos. Ofreció cualquier cosa; prometió todo lo que quisieran. Cada vez que hablaba, cualquier cosa que decía, era recogida por un magnetófono, amén de un taquígrafo.
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.. El 19 de mayo de 196o, un avión turboreactor Britannia de la línea aérea El Al recibió permiso para aterrizar en Buenos Aires. Las festividades de la Independencia argentina ya habían comenzado.
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.. Hacia la medianoche del día siguiente, el avión se elevaba otra vez con su máxima capacidad de combustible y un manifiesto en el que figuraban diecinueve tripulantes. En el aeropuerto nadie contó ni controló cuántas personas iban a bordo.
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.. El 23 de mayo de 1960, Adolfo Eichmann compareció ante un tribunal de Tel Aviv-Jaffa, en Israel. Se le encausó bajo la ley israelí que gobierna el procesamiento y condena de los criminales de guerra nazis y sus colaboradores.

Durante el juicio en Israel.
.. El cargo específico formulado contra él fue el haber ordenado el exterminio de 6.000.000 de hombres, mujeres y niños judíos. Eichmann indicó que basaría su defensa en el principio de «Befehl ist Befehl», axioma militar alemán que proclama que «órdenes son órdenes». Alegó que no hizo sino cumplir las órdenes de sus superiores y, por tanto, no podía hacérsele responsable de ninguna de sus acciones. Esta fue también la táctica de defensa de que emplearon Hans Frank, Wilhelm Frick, el coronel-general Alfred Jodl, el jefe de la Gestapo Ernst Kaltenbrunner, el mariscal de campo Wilhelm Keitel, Alfred Rosenberg, Fritz Sauckel, Arthur Seyss-Inquart, Julius Streichel y el ministro de Negocios extranjeros nazi, Joachim von Ribbentrop, en los procesos internacionales de 1946 por crímenes de guerra, que tuvieron lugar en Ñurenberg. Pero esa defensa no les sirvió de nada. Fueron declarados culpables de crímenes de guerra y ajusticiados.
.. «Selecciones» del Reader’s Digest, tomo XL, núm. 241.


Información complementaria
.. El artículo precedente fue escrito pocos meses después del secuestro de Eichmann, pero antes de la sentencia, por lo cual se añaden los datos faltantes y relevantes.
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.. El juicio terminó el 15 de diciembre de 1961. Se le condenó a muerte, a ser ahorcado desnudo. Lo ejecutaron el 31 de mayo de 1962. Sus últimas palabras antes de morir, fueron: «¡Larga vida a Alemania! ¡Larga vida a Austria! ¡Larga vida a Argentina! Éstos son los países con lo que más me identifico y nunca los olvidaré. Tuve que obedecer las reglas de la guerra y las de mi bandera. Estoy preparado».
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.. Su cuerpo fue incinerado y las cenizas arrojadas al mar Mediterráneo, para evitar que su tumba fuese visitada por partidarios al nazismo.

domingo, 7 de agosto de 2011

La ciencia de los porqués Noel Clarasó

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La ciencia de los porqués
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Cada uno, en definitiva, se ve reducido a sí mismo.
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Por Noel Clarasó
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.. NADA sucede en este mundo que no tenga una causa. Ésta es una verdad fundamental que todos sabemos, pero que no todos tenemos siempre presente. El que consigue posesionarse del sentido de esta verdad se acerca a la vida y la comprende, porque la vida no es más que una infinita sucesión de causas y efectos.
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.. El descubrimiento y el goce de la belleza es una gran cosa; pero el descubrimiento y la recepción constante de la ley de la causa y del efecto es, para el hombre común, de mucha más importancia que el arte. No todos estamos dotados para explicar y para comprender la belleza; pero todos estamos dotados para comprender que nada sucede en este mundo que no tenga su causa.
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.. Bueno, ¿y qué? ¿Pretendo hacer un descubrimiento con esto? No. Ni con esto ni con nada. Sólo pretendo ayudaros, sencillamente, a vivir un poco mejor. La ciencia de los porqués es la ciencia de la conformidad y de la enmienda. Veámoslo.
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.. Vais en una plataforma del tranvía, distraídos, y un ratero os roba el reloj. Os dais cuenta después. Y un chorro de indignación os inunda. Si obráis dominados por esta indignación os lamentaréis, explicaréis el caso a gritos a todo el mundo, hasta a los desconocidos (que aprovecharán la ocasión para pasar un buen rato; y si queréis convenceros pensad que sois uno de ellos y el robado es otro) y presentaréis una denuncia a la policía. Las consecuencias serán, probablemente, que además del reloj habréis perdido el tiempo y habréis aumentado el daño material con el daño moral de vuestra excitación.
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.. Si acudís a la ciencia de los porqués, pensaréis así: «Estamos en un mundo tal, donde algunos hombres, por causa de la herencia o del medio, se han pervertido y viven de lo que roban a otros... Y el ciudadano de la calle ha de tener, sobre todo en las apreturas, mucho cuidado con los rateros; ha de defenderse de ellos con atención, porque, en esto y en todo, cada uno, en definitiva, se ve reducido a sí mismo».
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.. La ciencia de los porqués elabora efecto y causa, y gracias a ellas pensaréis que os han robado porque un ladrón ha coincidido con un hombre distraído; y que hay ladrones porque la sociedad los crea y no es capaz de eliminarlos; y que... Y así sucesivamente acabaréis comprando otro reloj, sino con alegría al menos con cierta filosofía que excluye la amargura.
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.. La consideración de la causa y el efecto nos hace perder este aire absurdo de sorpresa e indignación que adopta tanta gente primitiva ante cualquier acontecimiento.
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.. Mucha gente vive en medio de la naturaleza humana, como en un país extranjero donde todo el mundo hable un lenguaje incomprensible, y donde prevalezcan costumbres insólitas e imprevistas.
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.. Hasta aquí por lo que se refiere a los actos ajenos; pero hay también los actos propios, que todos tienen su porqué. Obedecen a una causa que conviene averiguar en cada caso. ¿A quién acudiremos para averiguarla? Los otros no conocen las razones auténticas de nuestros actos. Nosotros, sí. No tenemos más remedio que acudir a nosotros mismos.
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.. Cuando intentamos justificar nuestros actos ante los demás decimos mentiras siempre. Somos así. Sin duda lo hacemos para salvar una reputación que estimamos un gracioso adorno de la vida social. Y no digo que nos equivoquemos.
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.. Pero nosotros mismos, con un poco de valor, podemos confesarnos la verdad. Pensemos: «¿Por qué he hecho tal cosa?», y contestemos con sinceridad, llegando al fondo, hasta averiguar el motivo real. Así adelantaremos en el conocimiento de nosotros mismos, destruiremos la causa de nuestra intemperancia y podremos corregirnos.
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.. Muchas veces nuestras intervenciones en la vida, fallan. Y nos damos cuenta del fallo. Si no nos damos cuenta, es que somos tontos y nada nos impide, entonces, estar contentos de nosotros mismos. Una vez, en broma, escribí: «No les debe de ir tan mal a los tontos, pues ninguno se queja de serlo». Y esto es una verdad como un templo. No; no les va mal, a veces. Pero la tontería es inimitable e inadquirible. El que la tiene la tiene, y el que no, se ve reducido a soportar su inteligencia.
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.. Cuando nos damos cuenta del fallo de una de nuestras intervenciones en la vida, si pretendemos mejorar hemos de poner los medios para evitar un fallo semejante en la próxima ocasión. Y el único medio seguro es averiguar la causa del fallo. ¿Por qué he cometido tal y cual torpeza? Nunca esta pregunta queda sin contestanción. Y, conocida la causa, ya tendremos un enemigo visible contra el que luchar.
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.. Unas veces fallamos por timidez, otras por osadía, otras por incomprensión, otras por falta de tacto, otras por decir verdad, otras por mentir... Y si, convencidos de que todo tiene su causa verdadera, averiguamos la de cada fallo, que es nuestra auténtica razón, conseguiremos en poco tiempo manejar con suma habilidad la timidez, la osadía, comprensión, el tacto, la verdad y la mentira, para el feliz éxito de todas nuestras intervenciones en la vida. ¿No os parece?
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.. No olvidéis que para el goce pleno de la vida, hemos de estar, en todo momento, contentos de nosotros mismos. Bueno, plenamente contentos, no. Una aproximación... ¿No sabéis que la vida buena se llena y se cumple toda con aproximaciones felices?
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No te entregues a lamentaciones inútiles; busca la causa del mal.
.. «Vive más, vive mejor», por Noel Clarasó.
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.. N. B.—Véase «Las consecuencias lógicas», por Noel Clarasó, y otros artículos del mismo autor, en esta bitácora. Véase el Índice de artículos en la columna derecha.

martes, 2 de agosto de 2011

Los procesos de brujería.

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Los procesos de brujería
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por L. de Gérin-Ricard
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.. Desde 1353 se mencionó, en Tolón, una danza de brujos, pero la primera ejecución de «poseído» tuvo lugar, probablemente, en Novara, en 1357. En 1374 Gregorio IX invitó a los inquisidores a perseguir enérgicamente a los brujos, pues se multiplicaban cada vez más. En Ginebra quemó a quinientos brujos en tres meses, ochocientos en Saboya, ciento dieciocho en Tréveris. De 1400 a 1504 el Santo Oficio hizo subir a la hoguera a treinta mil brujas, entre las cuales... Juana de Arco. Pero el brujo más célebre de esta época fue el famoso Gilles de Rais, mariscal de Francia y compañero fiel de la santa lorenesa. La leyenda le ha cargado de múltiples maldades y ha pretendido hacer de él un prototipo de Barba Azul. Por curiosidad, y más aun, tal vez, por necesidad de dinero, resultado de una existencia fastuosa, se puso a aprender la alquimia. No eligió sus maestros al azar, e hizo venir de Alemania, de Italia, de Inglaterra, especialistas célebres: Antonio de Palermo, Francisco Lombart, Prelatti; Jean Petit, orfebre parisiense, se unió al grupo (para un joyero, no es cosa despreciable hacer oro...); luego Du Mesnil, Jean de la Rivière, Louys, Eustaquio Blanchet.
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.. Cuentan que durante una de las primeras sesiones de alquimia, en el castillo de Tiffanges, el delfín Carlos llegó de improviso. Los buscadores fueron forzados a abandonar rápidamente atanores y morteros. Sin duda, para preservarse de semejantes sorpresas, operaron en lo sucesivo en casa de una mujer de la vecindad, la Perrota. Estas manipulaciones alquímicas, proseguidas cada día encarnizadamente, no tenían éxito, y Gilles de Rais continuaba llevando una vida de dispendios. Para encontrar dinero pensó que tenía que probar otra cosa, y, sin abandonar la busqueda de la piedra filosofal, se entregó a la magia. Sólo tenía ventidós años, en 1426, cuando comenzó sus evocaciones; pero hasta después de la muerte de Juana de Arco, tal vez en 1432, no se consagró verdaderamente. Du Mesnil, Jean de la Rivière, Louys, Prelati, fueron sus compañeros. Un día, en el castillo de Tiffanges, Satanás se manifiesta: un evocador traza un círculo mágico e invita a Gilles de Sillié a entrar en él. Lleno de miedo, se niega, y toma en sus manos una estatua de la Virgen María; Gilles de Rais acepta por su parte entrar en el círculo, pero el terror le invade pronto. Quiere hacer el signo de la cruz; el evocador se lo prohíbe; entonces recita la oración del Alma Redemptoris; en seguida el evocador le ordena saltar fuera del círculo; no se hace de rogar y, haciendo la señal de la cruz, huye a todo correr y alcanza Gilles de Sillié, que ya había saltado por la ventana. Desde fuera oyen golpes, una batalla; al fin se envalentonan, vuelven y encuentran al evocador que yace, con un chichón en la frente y todo el cuerpo con las señales de una brutal paliza. Le llevan a la habitación del mariscal y le encuentran tan mal, que llaman a un confesor. No murió de esta corrección, pero probablemente se retiró de la magia. Gilles de Rais, por el contrario, olvidando el miedo, no se quedó ahí. La evocación hecha por Prelati una noche de 1439 no tuvo éxito; no había, sin embargo, olvidado nada, ni el círculo mágico, ni los polvos magnéticos, ni las oraciones: «Os conjuro, barón Satanás, Belzebú, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, en el nombre de la Virgen María y de todos los santos, ¡apareced aquí!». Lucifer no apareció, pero los amigos de Gilles de Rais, ausentes de la escena, pretendieron haber oído en el tejado los pasos de un animal de cuatro patas, que iba con gran ruido hacia la poterna... Otra prueba de evocación hecha por Prelati, en una pradera, en compañía de Poitou, un amigo de Gilles de Rais. Dicho Poitou hace un signo de cruz y una enorme tormenta estalla. Una vez, sin embargo, el diablo se deja convencer y da a Prelati un saquito de pólvora negra que debe de colmar los deseos del mariscal de Rais. A pesar de esto, Prelati está un poco decepcionado de tomarse tanto trabajo para tan mezquinos resultados; en un acceso de desesperación y de imprudencia, invoca al espíritu maligno para reprocharle su poca generosidad; «los diablos le dice son villanos sin ningún poder». Apaleado en seguida, se puso a gemir; sus amigos, alarmados, acuden y le ven salir de la habitación más muerto que vivo. Había que decidirse a hacer un sacrificio para obtener un éxito tangible: Gilles de Rais mató a un niño y ofreció al demonio la mano, el corazón, los ojos y la sangre de la pequeña víctima. Fue, cuentan, la primera de las horribles fechorías que iba a cometer Gilles de Rais en lo sucesivo.
Brujas condenadas a la horca. Grabado del siglo XVII.
.. De 1575 a 1700 la Inquisición inculpó a un millón de brujos... En el siglo XVI hay que citar al brujo Tres Escalas (acusado de hechizo y de envenenamiento), astrólogo de Carlos IX, que dice tener en París treinta mil adeptos, los treinta brujos de Aviñón quemados juntos, y la Raymbaude, de Aix-en-Provence, que subió a la hoguera al mismo tiempo que tres cómplices suyos. Todos habían confesado haberse convertido en lobos y haber devorado niños... Y Desbordes, ayuda de cámara de Carlos IV, duque de Lorena, había ordenado a los personajes de un tapiz materializarse y bailar en el salón. Otra vez, había forzado a tres cadáveres, colgados desde hacía tres días en tres horcas, a venir a rendir homenaje al duque; luego les había vuelto a enviar a sus horcas. Durante una cacería se había entregado a otra hazaña que su amo había juzgado no menos maravillosa: había sacado una comida exquisita y abundante de una cajita de tres (siempre tres) compartimientos. (1). Como la madre del duque había fallecido de muerte prematura e inexplicada, al haberse declarado varias enfermedades en la familia, que los médicos no sabían atribuir más que a maleficios, se hizo, en 1628, el proceso por brujería del criado demasiado servicial y fue quemado vivo. Somos libres de pensar que el duque lanzaba estas acusaciones para no tener que formular otras que habrían podido traicionar secretos de su casa...
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.. Otro caso histórico de brujería es el de la mariscala de Ancre, que fue condenada a muerte bajo el reinado de Luis XIII, después del asesinato de su marido, el célebre Concini. De hecho, el rey, guardado en tutela por el ministro, quería a toda costa librarse de estos sutiles intrigantes que el favor de María de Médicis había colocado tan alto. Fueron acusados de crimen de lesa majestad, de prevaricación, de espionaje, del asesinato del señor de Prouville, jefe de policía de la ciudad de Amiens. Pero también, en el proceso, muy a menudo, se trató de la magia, de entrevistas secretas con judíos cabalistas, de tentativas de hechizo, de talismanes, y principalmente de un anillo sobre el que estaba grabado: «Adonai Ropheca» (Dios te medicinará), de un sarcófago con una de sus caras de cristal, de la intimidad de la mariscala con el médico judío Montalte, quien, bajo las órdenes de ésta y para su servicio, se supone que había buscado un hombre «conocedor de la magia, la nigromancia y otras ciencias para forzar a los espíritus». Por lo demás, Leonora Galigai negó casi todo, principalmente la práctica de misas negras, de las que algunos testigos la acusaron, precisando que el padre Roger, en los agustinos, alimentaba para ella a un gallo destinado a ser ofrecido en holocausto, en esas bacanales, en lugar de la hostia.
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.. La Voisin también, en el siglo siguiente, fue acusado de asistir a misas negras celebradas por el infame abate Guibourg. Es incluso el único elemento demonológico de este asunto. Se la acusó, además, de haber evocado, a ruegos del duque de Bouillon, heredero de Turena, sobre la tumba de éste, en la basílica de Saint Denis, a la sombra del mariscal para preguntarle si no había escondido un tesoro en su castillo de Lorena. Digamos a propósito de esto que las fórmulas nigrománticas son variadas; pero el instrumento indispensable para toda evocación es la espada (lo hemos visto a propósito de la evocación de los muertos de Homero), con la cual se traza el círculo mágico y que sirve luego para separar las «entidades» capaces de impedir la aparición. Hay también el espejo mágico que usó Nostradamus, a ruegos de Catalina de Médicis. Sin embargo, el proceso de la Voisin, en marzo de 1679, fue sobre todo un asunto de venenos. La Voisin era a la vez envenenadora y abortadora, lo que no probaba que fuese bruja, pero bastaba para condenarla.
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.. A pesar de los rigores de la Inquisición, de las leyes laicas o de la Reforma (2), según los países, las prácticas satánicas no parecen disminuir. En el siglo XVII hay poseídos en todas partes. Sin hablar de la extraordinaria Antoinette Bourrignon, encontramos en los archivos de numerosos conventos de mujeres, sobre todo, certificados de exorcismo con la contraseña del demonio mismo (Astaroth o Asmael, u otros), que firma como cualquiera de nosotros. ¡Menuda carnaza para los grafólogos!
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.. El último caso célebre de brujería, en Francia, es el del jesuita Girard, acusado (como el sacerdote Gaufridi, en Aix-en-Provence, en 1611) por haber hechizado a una joven de Tolón y haberla seducido por prácticas diabólicas.
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.. (1) Se trataba tal vez de un autoclave o de lo que llamamos una «marmita noruega». (2) Las medidas tomadas contra los brujos fueron aun más severas en los países protestantes que en los católicos. [Notas del autor].
.. «Historia del ocultismo», por Lazare de Gérin-Ricard.